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1.100 VECES MÁS AISLANTES

El PVC VEKA tiene una conductividad térmica de 0.17 W/mºK, lo que lo convierte en un material 1.100 veces más aislante que el aluminio, cuya conductividad térmica es de 203 W/mºK. Esta característica, unida a un diseño riguroso de los perfiles, con su interior compartimentado en cámaras separadas por paredes que evitan la transferencia de calor por convección, garantiza un 100% de efectividad en la rotura de puentes térmicos a lo largo de toda su vida útil.

En comparación con una carpintería de aluminio con rotura de puente térmico de 12 mm, una carpintería de PVC VEKA puede reducir el consumo energético de su vivienda en un 37%. Y un 50% si la comparamos con una RPT de 4 mm.

Al mantener la cara interior con una temperatura similar al resto de la estancia, se evita la formación de condensaciones tan habitual en las carpintería de aluminio. Con estos datos, las carpinterías de PVC aseguran el cumplimiento de las limitaciones de transmitancia térmica y condensación interior de puertas y ventanas establecidas en el Código Técnico de la Edificación.

¿Qué debemos tener en cuenta al elegir nuestras ventanas, si queremos ahorrar energía?

1. El material

Ordenados de mayor a menor gasto energético:

Aluminio. Es el material más utilizado hoy día para la fabricación de ventanas debido a su bajo coste. Su mayor problema es la conductividad, al ser un metal es un material conductor, es decir, la temperatura de la cara interior se iguala rápidamente con la de la cara exterior, por eso este tipo de ventanas en verano están muy calientes y en invierno muy frías. Tiene una transmitancia de 5.7 W/m2K.

Aluminio con RPT. Con la aplicación de normativas de ahorro energético, en las que se limita el gasto energético a través de los cerramientos, las ventanas de aluminio deben llevar una rotura de puente térmico (RPT), se trata de una pieza central, normalmente de poliamida, que reduce el flujo de temperatura de una cara a otra. Con ello se reducen las transmitancias aumentando el coste de la ventana. Tiene una transmitancia de 4 a 3.2 W/m2K dependiendo del tamaño de la RPT.

Madera. Es el material natural más utilizado a lo largo de toda la historia. No es un material conductor, por tanto, cuando hablamos de ahorro energético es un material mucho más adecuado para la fabricación de ventanas que el aluminio. Tiene una transmitancia de 2.2 a 2.0 W/m2K.

PVC. Es el material más recomendado para reducir el flujo de calor entre el exterior y el interior. Tiene unos valores de transmitancia próximos a la madera pero con la ventaja de que puede ser fabricado con cámaras de aire en su interior. Los valores de transmitancia varían en función de su diseño y el número de cámaras de 2.0 a 0.67 W/m2K.

Ventanas y puertas con Sistema de Apertura Corredera de PVC

2. El vidrio

Elegir un buen vidrio es fundamental para el ahorro energético. El diseño, el número de vidrios, el espesor de la cámara y de los vidrios, son aspectos fundamentales a la hora de elegir. Asesórese por expertos, una cámara de aire mayor no siempre conlleva un mejor aislamiento.

Por ejemplo, si utilizamos un sistema vidrio/cámara/vidrio de 4/16/4 obtendrá un aislamiento térmico óptimo. En cambio si reducimos la cámara y mejoramos el vidrio con un 4/16/4 estamos reduciendo los valores térmicos pero mejorando los acústicos.

Si jugamos con los tipos de vidrio, las características técnicas de los mismos y los espesores, las combinaciones son infinitas.

A lo que hay que añadir las cualidades de los vidrios de altas prestaciones que hoy día encontramos en el mercado. Como los vidrios bajo emisivos que reducen el paso de calor por convección de una cara a otra del vidrio. O vidrios con factor solar que reducen el aumento de temperatura provocado por la radiación solar en el interior.

Si comparamos un vidrio 4/16/4 normal, con un 4/16/4 con factor solar y bajo emisivo, la transmitancia térmica del vidrio baja de 2.7 a 1.0 W/m2K.

Cristales de Ahorro Energético

3. El diseño del perfil

Influye notablemente en la transmitancia energética de la ventana. Aquí es importante el número de cámaras interiores que separan el interior del exterior, un perfil de 5 cámaras aislará más que uno de 3 fabricado con el mismo material.

No sólo el número de cámaras, es importante también el tamaño de las mismas y el espesor de las paredes que las delimitan. No todos los perfiles con 5 cámaras aíslan igual.

4. Permeabilidad entre juntas

Aquí es donde la experiencia y el cuidado del fabricante es muy importante. De nada sirve emplear el perfil más aislante del mercado si la unión entre marco y hoja no queda correctamente sellada.

5. Montaje en obra

Por desgracia, muy a menudo nos encontramos con viviendas en las que sí se han elegido buenos materiales con un buen diseño, pero a la hora de la puesta en obra, nada funciona como debería.

De poco sirve invertir en una buena ventana de PVC colocada en un muro de dos hojas, con cámara de aire y aislamiento, si la junta entre ventana y muro no queda correctamente realizada. Son muchos los casos en los que vemos separación entre la ventana y el muro por donde pasa el aire, o la humedad, generando graves problemas de aislamiento y salubridad.

Confíe en fabricantes con experiencia, siempre que sea posible compare los productos terminados y el grado de satisfacción de otros usuarios.

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